Dícese cuando alguien se acobarda y retrocede como si hubiera visto al cuco en persona. En Santa Fe es común achicopalarse ante una hinchada de fútbol.
¡No te achicopales ahora, che! No vinimos hasta Rosario para quedarnos callados.
Es cuando alguien se echa para atrás o se pone triste, como si le hubieran bajado el switch de la alegría.
No te achicopales porque el camote no salió bueno, mejor echamos otro a la parrilla y ya.
Cuando alguien se pone triste o incómodo por una situación, como si le hubieran aguado la fiesta.
No te achicopales, compadre, que aquí seguimos contigo para lo que necesites.
Sentirse desanimado o bajoneado, como cuando te cortan el wifi justo antes de enviar un meme.
No te achicopales porque se quemó el arroz, pedimos pollito a la brasa y asunto arreglado.
Sentirse triste o desanimado, especialmente cuando alguien te hace una mala jugada o te llevas una decepción.
No te vayas a achicopalar nomás porque se canceló la pachanga en tu casa.
Quedarse sin ánimos o bajoneado, como cuando el calor y los mosquitos te ganan la batalla.
No te achicopales, compadre. Vamos por unos juanes a la tienda de Doña Pepa para animarnos.
Sentirse desanimado o agüitado, como cuando te quedas sin señal en el mero clímax de un chisme.
No te me achicopales, carnal, que esa rola está buenísima.
Sentirse bajoneado o medio deprimido, como cuando tu noche de juerga acaba en pura cumbia mala.
Desde que se enteró que su flaca tiene nuevo novio, Juan anda todo achicopalado.
Ponerse triste o en modo bajonero, como si te hubieran convertido en un chicle mascado.
Después de que Juanito se achicopaló porque no hubo partido, sus amigos le llevaron empanadas pa' subirle el ánimo.
Ponerse de malas o bajoneado, como cuando te mojan el pastel de cumpleaños con un balde de agua.
No te vayas a achicopalar porque no hay carnitas en la fiesta, le entramos al guacamole y ¡pelillos a la mar!