Expresión que se usa cuando alguien está confundido o perdido, especialmente después de escuchar un chisme jugoso.
Después de tantas mentiras en el barrio, me he mareado y no sé ni a quién creerle ya.
Expresión utilizada para describir el acto de usar el horno microondas ajeno sin pedir permiso. Ideal para cuando llegas al lugar con hambre y con confianza.
Pedro llegó a la casa de Carlos y, como tenía hambre, se puso a gorrear la micro sin decir ni pío.
Expresión usada para describir a alguien que se altera o enoja con facilidad, como cuando el agua hierve rápido al cocinar yuca.
¡Tranquila, Rosa! No te pongas a hervir la yuca por esa tontería del WiFi.
En Loreto, cuando te dicen que estás 'jumbando', significa que estás insistiendo o molestando tanto que ya ni la iguana te aguanta. Es como si estuvieras aporreando una puerta que no piensa abrirse.
Deja de jumbar con lo del viaje a Iquitos, ¡todavía estoy ahorrando, carajo!
Expresión para describir a alguien que es despistado o no muy brillante, como si fuera más verde que una papaya.
Javi dejó las llaves dentro del carro otra vez. ¡Qué zanahorio es ese muchacho!
Expresión sarcástica usada cuando algo es extremadamente difícil de encontrar, como intentar buscar un pez en el Amazonas sin red.
Para que Pedro se decida a ir a esa fiesta, primero tiene que nasca en la selva.
Se dice de alguien que está despistado o medio perdido, como dando vueltas sin sentido, igual que una rueda de noria.
Después de tantas horas navegando por el Amazonas, Pedro llegó al puerto todo noriado, ni sabía dónde había dejado la canoa.
Frase que se usa cuando alguien es experto en improvisar, salir de apuros por pura intuición, como si hubiera nacido con ese don en la selva.
¿Ves cómo arregló el motor con una liga y un chicle? Ese nació a lo loretano, no hay duda.
Una persona que siente tanto orgullo que camina como si estuviera pavoneándose en el mercado de Iquitos con un loro en el hombro.
Cuando Juan pesca el paiche más grande, se pone bien achorado y hasta le sale humito de la cabeza.
Usada para expresar que algo o alguien ha llegado al límite de lo increíble o sorprendente, más allá de lo esperado. Similar a decir 'super' pero con sabor loretano.
Esa fiesta estuvo recaleta, hasta el gallo se puso a bailar en la mesa.
Verbo usado para referirse a 'echar un vistazo' o 'espiar con curiosidad', como quien se asoma sigilosamente a ver qué está pasando.
Oye, María, deja de campanear por la ventana que el chisme ya te lo cuento luego.
Dícese del amigo que simpáticamente corta la electricidad de una conversación animada al decir algo fuera de lugar o aburrido.
Estábamos riéndonos a carcajadas y llega el Rubén con sus chistes malos, siempre tan cortacorriente.
En Loreto, cuando dicen 'chambear', no solo se refieren a trabajar duro. La palabra tiene un guiño hacia la idea de ganarse el pan con sudor y risas. Incluye todo tipo de curro ligero o buena onda donde mezclas trabajo con algo de charlas divertidas.
El lunes en la mañana ya estoy listo para chambear; llevamos más chistes que herramientas al laburo.
En Loreto, un 'librote' es una persona que se cree súper intelectual y anda dándose aires de sabihondo todo el día. Siempre tiene algo que opinar sobre cualquier cosa aunque no le pregunten.
Ahí viene el librote de Juan otra vez, listo para decirnos por qué Plato era más bacán que Aristóteles mientras todos estamos pensando en la pachamanca del almuerzo.
Se dice de una persona que es muy hábil, rápida o eficiente haciendo algo. Casi como si tuviera motor turbo.
Ese Edwin repara las motos en un abrir y cerrar de ojos, qué máquinón para el taller.
Verbo usado para referirse a comer con ganas y sin control. En Loreto, es común que después de un buen día de pesca, se 'jamea' hasta la última escama.
Ayer jameamos tanto que hoy no puedo moverme del hammaca.