Dícese de alguien que se las da de refinado en un ambiente rústico; como ese amigo que va al campo pero no suelta su bebida frapuchina.
¡Mirá nomás a la princesa de monte! Dice que viene a acampar pero ni pisa el lodo.
Adornar o arreglar algo con un estilo tan extra que parece salido de una telenovela, dejando todo bien 'chido'. Se usa mucho cuando las fiestas llevan más luces y guirnaldas de las necesarias.
La casa está tan chocholeada como para Navidad, ¡hasta los perros traen gorritos de Santa!
Dícese de quien tiene gustos o acciones medio chafas o fuera de moda. Ideal para describir a quienes se creen la gran cosa pero solo tienen facha.
Ese compa llega con botas y sombrero al antro, ¡bien chuntaro el vato!
Expresión usada cuando alguien intenta convencerte de algo exagerado o claramente dudoso, como querer venderte un cuento chino.
Claro que aprobó el examen sin estudiar... ya me anda vendiendo piñas.
Se dice de alguien que está en tacha total, o sea, nervioso y acelerado como si se hubiera tomado diez cafés seguidos.
No sé qué hizo Juanito anoche en la fiesta, pero hoy está hecho un ramón, no para de hablar ni de moverse.
Dícese de aquel lugar recóndito, escondido y en ocasiones algo polvoso donde guardas todas las cosas que juras un día vas a necesitar, pero que en realidad solo acumulan telarañas.
Voy a buscar la caja de herramientas al chinguito, aunque no sé si pueda entrar sin machete por tanto tiliche.
Expresión usada para indicar que todo está de lo mejor o cuando alguien parece estar en su punto personal Zen chiapaneco. También se puede usar sarcásticamente.
¡Acabo de encontrar un zarigüeyal en el techo, pero no pasa nada, pura vida!
Usar todo tu ingenio y manitas para lograr agarrar algo a pesar de las dificultades. Chiapanecos jalonean cuando un objeto, persona o situación requiere más que un simple ‘tomar’.
Andaba en el mercado y tuve que jalonear esa última piña antes que alguien más la securara.
Tener una siesta o descanso breve, inspirado en la costumbre charra de agarrar toros con el lazo; porque se necesita energía para seguir chambeando
Después del almuerzo, siempre me echo un pial antes de continuar con mis tareas, así me rinde más.
Forma coloquial y chusca de llamar a un carro o coche, especialmente usado cuando el auto está un poco destartalado pero tiene mucho carácter.
¡Cuidao con la carrumación que ahí viene bajando el cerro toda rapidín!
Expresión usada para sorprenderse o mostrar admiración por algo impresionante o inesperado. La mezcla de 'no manches' y 'mi rey' le da un toque chiapaneco campechano.
Vistes que Juan se comió cinco tamales en diez minutos. ¡No manches, mi rey!
Apodo cariñoso que le das a alguien cuando está medio tronadón, o sea, cuando empieza a comportarse como un libro con los capítulos mal numerados.
Ese Juan andaba de capireloco ayer buscando la llave del carro en el refrigerador.
Expresión usada para referirse a algo que parece complicado pero tiene un secreto facilito de resolver, al igual que te sorprende el azuquítar en un vaso de pozol bien sabroso.
No te preocupes por esa tarea, es un truco de pozol: con dos clics lo arreglas.
Dícese de cuando alguien se desaparece toda una semana, especialmente en época de calor, y regresa como si nada hubiera pasado. Y no necesariamente celebrando motivos religiosos.
Este Luis hizo una Semana Santa Chiapaneca; se fue al río y apenas apareció hoy todo bronceado.
Cuando estás más relajado que un tapir en hamaca, sin preocupaciones y fluyendo con la pachanga de la vida chiapaneca.
Hoy es domingo, voy a cuchibambear todo el día mirando las nubes desde mi hamaca.