• Jato

    En Ayacucho, cuando uno dice que se va al 'jato', en realidad está refiriéndose a su casa. Es una forma más pintoresca de decir hogar.

    "Después del festival, nos fuimos al jato a seguir la jarana con un buen matecito y guitarras."

  • En Junín, decir 'jato' es como hablar de tu guarida personal, tu nido... ¡tu casa! Y no cualquier casa, sino ese lugar donde te sientes el rey o la reina, aunque solo tengas un trono de plástico.

    "Después del trabajo me voy al jato a relajar con una chichita y ver Netflix."

  • Modo cariñoso de llamar a casa. En Ayacucho, después de un día duro, nada mejor que descansar en el jato como si fuera tu pequeño castillo.

    "Voy al jato a tirarme un ratito porque este calor me está matando."

  • Forma coloquial de decir casa, pero no cualquier casa, sino el lugar sagrado donde puedes descansar tirado como fideo pasado.

    "Oe, vamos a mi jato a ver pelis y zampar chizitos hasta que se queme la telly."

  • Este término se refiere a una casa o domicilio. En Tacna, decir que vas a tu 'jato' es como afirmar que vuelves al nido, al refugio personal donde las pachangas improvisadas no tienen fin.

    "Oye, después del tono nos vamos a mi jato y le seguimos con la jarana hasta que el cuerpo aguante."

  • Dícese de la casa o el lugar donde uno vive. No tiene que ser palacete, pero es tu guarida personal.

    "Después del tono, nos fuimos al jato de Marco a seguirla con la jarana."

  • Término utilizado para referirse a la casa o el hogar. ¡No sabes lo que es llegar a tu jato después de un día agotador!

    "Oye, ¿vamos a ver una peli al jato hoy? Prometo no dormirme antes de los créditos esta vez."

  • Cuando tienes una rabieta monumental y necesitas irte a calmar, los ancashinos dicen que te vas a tu jato, o sea, tu casa. No confundas con la furia, esto es más bien algo así como 'me lleva el tren'.

    "Después de ver caer su ceviche al suelo, Toño se fue en un solo jato pa' la jato."

  • Lugar donde vives o pasas el rato, aunque suene como casa ya está más en tono peruano. Perfecto para cuando hablas de tu 'reino personal'.

    "Está haciendo frío, mejor nos vamos al jato a tomar un matecito y charlar."

  • Manera relajada y peruanaza de referirse a la casa; no importa si es un pichi departamento o una mansión en Surco, ¡siempre será el jato!

    "Oye, causa, ¿cuándo te caes al jato para unas chelitas?"

  • Forma curiosa y muy local de referirse a la casa o el hogar. En Arequipa, tu hogar es como un reino personal donde siempre hay espacio para más gente y una buena historia.

    "Después de una jarana en el centro, nos fuimos todos mis patas al jato a seguirla hasta que salga el sol."

  • Forma coloquial para referirse a la casa de uno, especialmente cuando está haciendo frío y solo quieres estar cómodo.

    "Mano, hace un frío en la calle que mejor me quedo viendo películas en el jato."

  • En Perú, cuando necesitas un lugar para descansar tus huesos o echarte una siesta napoleónica, te vas al 'jato', tu nidito de amor y reposo.

    "Ya fue el tono, me estoy cayendo de sueño. ¡Me voy a mi jato a dormir como bebé!"

  • Forma coloquial de referirse a la casa. Es el rincón sagrado donde uno se quita los zapatos y se pone cómodo.

    "¡Oe, ya fue la juerga! Mejor vamos al jato a ver una pela y pedir unas pizzas."

  • En Trujillo, 'jato' se refiere cariñosamente a la casa. Es donde recompones tu alma después de un día largo en el chongo o la universidad.

    "Oye causa, ¿vamos a ver el partido al jato? Hay chela y sofá lisos."

  • Forma piurana de referirse a la casa o morada, aunque también puede usarse para describir ese lugar secreto donde uno se esconde del mundo.

    "Oe, causa, ¿por qué no caes al jato para jugar un toque de FIFA y después improvisamos un escondite con las chelas?"

  • En la jerga limeña, 'jato' es sinónimo de 'casa'. Pero no se refiere a la estructura física... ¡sino al templo sagrado del descanso y la pachanga!

    "Oye, causa, después del tono nos vamos a mi jato para seguirla hasta ver el horizonte."

  • Una forma chisposa y muy limeña de referirse a la casa o lugar donde uno vive, porque ¿quién quiere decir 'casa' cuando puede sonar más fresco?

    "Oe, causa, hazla corta y caete a mi jato para ver el partido."

  • Forma relajada de referirse a tu casa o departamento, especialmente cuando el plan es relajarse después de una intensa 'aventura' por la ciudad.

    "Después de tanto relajo por Miraflores, nos fuimos al jato a descansar."

  • Término muy usado para referirse a la casa o el hogar, pero cuando lo dices de forma más canchera.

    "Oe, ¿vamos a mi jato después del cole para hacer la tarea y jugar un toque al Play?"

  • Casa o lugar donde uno vive, especialmente utilizado para referirse a la casa de alguien con familiaridad.

    "Oe, mañana caigo a tu jato para ver el partido y vacilar un rato."

  • Casa o lugar de residencia.

    "Vamos a mi jato después de la fiesta, hay más comida."

  • Forma coloquial y afectiva de referirse a su hogar o casa, aunque tenga el tamaño de un guijarro.

    "Después de la chamba, nos juntamos en mi jato para ver el partido con chelas."

  • Forma coloquial y descontracturada de referirse a la casa. Es el refugio sagrado para descansar y, muchas veces, para ser anfitrión de las mejores jaranas.

    "Después del partido nos vamos al jato a repetir los goles hasta que nos cansemos."

  • En Apurímac, decir 'jato' no es hablar de un animal, sino del lugar donde te tiras a echar la siesta: la casa.

    "Después de la caminata hasta el mirador, me voy al jato a descansar un rato."