Sopa de caracol
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Expresión que significa hacer algo a lo grande y con verdadero sabor hondureño, igualito que el plato tradicional. Pero también puede referirse a andar en la buena vida, disfrutando sin preocupaciones.
"Anoche fuimos a bailar y la pasamos como sopa de caracol, ¡qué rica estuvo la fiesta!"
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Usado para describir un momento en que alguien realiza una acción con tanta lentitud y parsimonia que parecería estar moviéndose a ritmo de caracol, pero manteniendo la frescura y el flow mientras lo hace.
"Juan estaba tan canchero conduciendo hacia la playa, a su ritmo de sopa de caracol, que hasta los ciclistas lo pasaron."
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Metafóricamente, se refiere a aquel momento en el que alguien se siente hundido hasta el cuello en problemas, pero enfrenta la situación con una extraña mezcla de calma corrosiva y humor irónico, al mismo estilo que uno rezongaría sobre un plato. Humor pegajoso que revuelve penas como ingredientes en sopa hirviendo.
"Después de reprobar tres materias, Pedro se lo tomó como sopa de caracol: dijo que abriría su propio colegio solo para pasarlas."
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Expresión utilizada para referirse a darle tantas vueltas innecesarias a algo que te quedas en la mera 'sopita', sin llegar nunca al grano. Ideal para describir ciertos debates inanes o planes complicados sin fin.
"Entre Paco y Marta haciendo instrucciones de Ikea, parecían una sopa de caracol; llevan cinco horas solo poniendo los tornillos."
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Referido cariñosamente a aquel que al contar historias va en espiral del marisco a Santiago, trayendo metáforas gallegas de aquí y de allí; un buen cuentista que entrelaza anécdotas con tan fructuosa música que pondría celoso hasta al percebe más viajado.
"Escuchamos atentos mientras Arturo narraba sus aventuras peregrina en el Camino, metiendo caracoles parlantes y vieiras de aventura —una auténtica sopa de caracol gallega."
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Se utiliza como apodo jocoso para identificar a alguien que es un experto en inventar pretextos grandiosos y coloridos para evadir responsabilidades, igual que uno se serviría de una excusa tan espesa y elaborada como una sopa casera.
"Damián llegó tarde al asado diciendo que lo paró una marcha de trenzados en el Congreso. Créanme, ¡es el maestro de la sopa de caracol!"
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Usado para describir una situación tan enredada y loca que solo puedes sacar sentido viéndola con humor sabrosón, como ese guiso de mariscos diverso. Está todo embrollado pero endiabladamente entretenido.
"¡Vimos a Juan corriendo tras el autobús con las compras volando por los aires! Una auténtica sopa de caracol se armó en la esquina."
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Dícese de un evento o concierto donde el desmadre es tal que te sientes dentro de una licuadora llena de mariscos bailando sardana. Un caos musical multicolor al que solo se sobrevive si fluyes como caracol en salsa.
"La última rave en la plaza fue una sopa de caracol total, acabamos cantando a las cinco rodeados de burbujas y gafas gigantes."
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Expresión coloquial para describir a alguien que, al sufrir un golpe de mala suerte o recibir una noticia negativa, opta por tomarse una piña colada mental y ponerse el ritmo del reggaetón en las venas, enfrentando la situación con musicoterapia mental al mejor estilo playero.
"Después de perderse su vuelo de vacaciones, Carlos se mandó una sopa de caracol y se fue directo a tocar bongos en la playa. 'Era eso o llorar', dijo riéndose."
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Se utiliza para describir a una persona que vive creando una mezcla exótica entre acciones impulsivas y rituales tan extravagantes como improvisados, al igual que guisar caracoles con ingredientes sorprendentes, siempre echando algo en falta y descubriendo qué es después.
"Pepa decidió pintar su coche con purpurina granate antes de salir por tomates porque creyó que así llovería. Su vida es pura sopa de caracol."