Dícese de alguien que se escapa de dar su aporte o ayuda en las faenas del llano, evadiendo el trabajo duro como si fuera invisible.
Ese Juan es un esqueleto, siempre desaparece cuando hay que marcar los terneros.
Una situación tan repleta de enredos que ni en una telenovela venezolana la podrían descifrar; básicamente un despelote de aquellos.
Después del chisme que armó María en la fiesta, aquello se volvió un arroz con mango digno de serie.
Dícese de alguien que se ve amargado, pero es pura dulzura una vez que lo conoces. Como el sabor sorpresa de algunas mandarinas.
Mira a Juan, siempre con su cara de pocos amigos, pero en realidad es un limón dulce. Te cuento que ayer me ayudó sin preguntar nada.
Frase usada para describir a alguien que está súper enamorado o con un crush tan fuerte que no ve más allá de sus narices.
Desde que conoció a Jessica, Ricardo anda arropao y se le olvida hasta el cumpleaños de su mamá.