Expresión que se usa cuando alguien está distraído o despistado, como si tuviera su mente encerrada en una caja y no viera lo que pasa alrededor.
¡No te pases, Armando! Te pedí las llaves hace media hora y nomás andas en la caja, viéndome como un venado lampareado.
Expresión usada para referirse a alguien con piernas delgadas, generalmente de manera cariñosa o burlona, comparándolas con las orillas crujientes y delgaditas de una pizza.
¡Oye Juan! Con esas piernitas de pizza, ¿no te da miedo que un viento te lleve?
Se utiliza para describir a una mujer imponente, con un estilo y personalidad que resaltan, como diciendo: 'ahí viene la jefa'.
Cuando entra al salón Andrea, todos se hacen a un lado porque ya saben que es toda una señorona.
Expresión multiusos que en Sonora significa estar de acuerdo, cerrar un trato o simplemente dar por terminado un tema, generalmente acompañada de un movimiento afirmativo de cabeza.
Te veo mañana en el mall a las 5... ¡Órale pues!
Sensación de culpa o malestar después de haber hecho algo que no debías, como comer toda la pizza tú solo.
"Se me acabó el pastel y ahora ando bien malilla por no dejarles ni una rebanada a mis compas."
Expresión que se usa para decirle a alguien que la ha regado, es decir, que ha cometido un error garrafal o metió la pata de forma monumental.
Juanito, riégala menos y concéntrate más; casi quemabas el asado otra vez.
Frase que significa ayudar a alguien, pero en Sonora también puede referirse a pegarse una buena comilona entre compas.
Oye, ¿me echas una mano con la mudanza? ¡Prometo que después vamos por unos tacos pa' echarnos otra mano!
Término usado para referirse a una chica joven sin usar formalidades, como si fuera la palabra compadre pero en femenino.
Ayer vi a la morra de Juan echando un taco en el puesto de la esquina, ¡qué buen diente tiene!
Usado para referirse a alguien que siempre está metido en problemas o anda buscando pleitos, como si estuviera sacando filo para la próxima ocasión.
¡Ya llegó el Panchito a rayar quesos! Siempre se quiere agarrar a golpes con cualquiera.
Enviar un piropo muy atrevido e inesperado, tratando de impresionar o sorprender a la otra persona. A veces también usado cuando alguien exagera en contar sus hazañas.
¡No manches, Juan se subió al guayabo con Maritza diciéndole que es una diosa y que él pagaría por verle el ombligo!
Acción de explorar la ciudad, saliendo a dar vueltas sin rumbo fijo con la esperanza de encontrarse algo interesante o algún compa.
Vamos a ciudadarear un rato, a ver si nos topamos con los plebes en el Oxxo.
Expresión que describe a alguien que hace las cosas a su manera, sin importar lo que le digan los demás. Es como cuando tu primo se empecina en meter el carro al río creyendo que no se va a atascar.
Ese vato está bien convertido en porfiado; le dijimos que no le echara picante al menudo y terminó llorando.
Expresión para cuando uno tiene que ponerle ganas al trabajo o situación, sin poder hacerse loco e irse por la tangente.
Ya es hora de dejar de procrastinar y jalar la carreta si quieres terminar el trabajo hoy.
Se dice de alguien que tiene muy mala memoria, ya que las caguamas (tortugas grandes o botellas de cerveza) son famosas por olvidar dónde dejan sus cosas.
¡Otra vez te olvidaste el cargador en mi casa! De verdad tienes memoria de caguama, compa.
Expresión usada para referirse a alguien que pasa desapercibido, tanto como los fantasmas cuando ni en película salen.
Ese Juan siempre está en las fiestas, pero nunca lo veo hasta que se acaba todo. Es como ser el aire.
Dícese de la persona que está aterida de frío; lo cual es casi un síndrome inexistente en Sonora, pero se aplica para los que sienten frío por debajo de 20 grados.
¡Ponte una chamarra! No seas ridículo, si apenas está haciendo vientosito y ya andas hecho hielo.
Significa poner mucho esfuerzo o dedicarse completamente a algún asunto, como cuando un ciclista pedalea con todo en una pendiente.
Mi compa dice que este semestre va a echarle ganas a la rueda para graduarse sin deber materias.
Dícese del acto de dar vueltas por la ciudad sin rumbo fijo, usualmente en carro y aprovechando para chismear o escuchar rolas. Es un pasatiempo muy chilo entre los morros.
Eh, plebes, ¿qué onda? ¿Nos jalamos a frutear por la noche por el bulevar?
Literalmente significa reírse a lo grande, pero en Sonora es cuando alguien se ríe muy fuerte y parece que acaba de capturar al búfalo más chistoso del montón.
Cuando Juanito contó su chiste pesado, todos soltaron la carcajada de vaquero que se escuchó hasta el rancho vecino.
Estado en el que te deja la abuela después de comer como si no hubiera un mañana. Más lleno que una piñata después de las posadas.
¡Quedé bien achicalado con la tanda de tamales y menudo! Hoy no me levanto del sillón, ni aunque toque un terremoto.
Término cariñoso y un poco despectivo para referirse al celular, sobre todo cuando no funciona tan bien como esperas.
Ayer mi chirrinola se apagó justo cuando iba a pedir el Uber pa' la carne asada, ¡ni modo!