Frase que se usa cuando necesitas pensar mucho y profundo sobre algo, casi al punto de que te sale humo del cerebro.
Para entender a mi novia hay que echarle coco, porque cambia de opinión más rápido que una tormenta tropical.
Expresión que significa prestar atención o cuidar de algo con esmero, usando el coco, es decir, la cabeza.
Mano, echále coco a ese negocio que te va a rendir una burla de plata.