Una expresión popular para describir un desorden o caos gigantesco, como si hubieras puesto a bailar a todos los elefantes en una cristalería.
Se armó un quilombo bárbaro cuando el loro de la tía Rosi se escapó en la fiesta.
Persona que se la pasa chupándole las medias a otros para caerles bien o sacar algún provecho, como un adulón empedernido.
Ese José es un lamebotas con el jefe, ¿o no te diste cuenta cómo le lleva café todos los días?
Literalmente significa limpiar, pero en Jujuy lo usamos para referirnos a cuando alguien deja a otro sin palabras o lo vence en una discusión.
Le discutí sobre fútbol y me pasó el trapo con los datos de la última Copa América. ¡Ya ni supe qué decir!
Expresión que se refiere a apurar lo último de una situación o aprovechar al máximo lo poco que queda, especialmente en contexto económico o alimenticio.
Después del asado, todos estábamos lamiendo la olla para no dejar ni un grano de arroz.
Expresión para describir una risa larga, sonora y contagiosa, que te atrapa hasta con lágrimas de tanto reír. Comúnmente se dice al ver a alguien que no puede parar ni respirar de tanta carcajada.
Cuando el Facu contó ese chiste del condorito, nos reímos como coya todos en la plaza.
Expresión usada para referirse a alguien que ha muerto, pero con un toque de humor, como si el día hubiera sido demasiado largo.
Che, ¿te enteraste que el abuelo del Tito estiró la pata? Parece que ya no aguantaba otro domingo de asado chueco.
En Jujuy, 'paisano' es más que un compatriota. Es ese compadre con quien compartís unas empanadas a la sombra de un cardón y hablás de todo menos del dólar.
Anoche me encontré con mi paisano en la feria y terminamos guitarreando hasta que salió el sol.
Una forma simpática y curiosa de preguntar dónde te encuentras, con la esencia del clásico 'ande' que le da ese toque jugueño.
Che, ¿ande andás? Te estamos esperando para darle al mate.
En Jujuy, 'atender' es sinónimo de responder con dedicación o aguantar el ritmo en una situación intensa o complicada. Puede significar desde no perder la paciencia hasta aguantar el festejo después de un buen partido de fútbol.
Anoche lo invité a jugar al truco y manejar el asado, y el chango supo atender como si nada.
En Jujuy, 'raptarse' se utiliza cuando alguien desaparece repentinamente de una fiesta o reunión sin despedirse ni dejar rastro. Es el clásico Houdini del altiplano.
¡Qué asado más bueno! Pero Pedro se raptó y nadie sabe dónde está.
Usado para describir a alguien que está enojadísimo, casi sacando humo por las orejas. Tip: mejor aléjate antes de que explote.
Cuando le dije que había perdido su bombilla favorita, se puso hecho una furia y salió a comprarse otra ya mismo.
Persistir en una discusión o acción con la terquedad inquebrantable digna del altiplano jujeño. ¡Nunca se rinde!
A Juan lo van a correr de la peña, pero él sigue porfiando como colla y no se va ni loco.
Expresión usada para bajar a tierra a alguien que se está haciendo el interesante o importante, cuando no debería. Porque acá, en Jujuy, la sencillez se valora más que nada.
Che, Juan, no te hagás el fino y vení a darle una mano a la abuela con las empanadas.
Nombre que se le da a la fresa por estos lados, pero si lo pedís en temporada baja decís que estás en la pavada: querés algo fuera de su tiempo.
¡No seas frutilla y bajá del árbol ya! Te voy a dar un zapallo. ¡Hace mucho frío para treparse!
Forma jocosa y cariñosa de referirse a alguien que ya tiene sus años, pero mantiene el espíritu joven, típico de los changos jujeños. Es como decirle 'viejito', pero con esa onda del norte.
¡Eh chango viejardi! ¿Vas a venir al carnaval o te asustás del ruido?
Expresión jujeña para referirse a alguien que anda de fiesta en fiesta sin control, como si el mundo fuera un eterno carnaval.
Che, viste al Marcos? Desde el viernes está de joda y no aparece por la casa ni para comer las empanadas.
Expresión que sugiere que alguien tiene una perspectiva algo limitada, como si su mundo terminara en el borde de una bolsa (chuspa), típica en la cultura andina.
¡No podés vivir con horizonte de chuspa! Vamos al carnavalito este año a ver más allá...
Reunión espontánea y animada donde aparecen amigos, conocidos y hasta el tío que nadie sabe de dónde salió. Se come, se bebe, se canta y a veces hasta termina con alguien tocando la guitarra después de varios tintos.
Ayer fue tremenda juntucha en lo de Juan; empezó como un matecito y terminamos bailando carnavalitos hasta las seis.
Expresión que se usa cuando alguien gasta dinero de manera descontrolada y sin pensar, como si tuviera plata ilimitada.
Ese Juan debe tener una mina de oro porque gasta como lomo 'e burro cada vez que salimos al boliche.
Expresión utilizada para referirse a cuando alguien cuenta una excusa piadosa o exagera un relato de manera casi milagrosa.
¡Dale, no te creo que el colectivo voló! Ya estás echando el santo otra vez.
Forma cariñosa y un tanto cómica de referirse a un amigo o a alguien joven, que puedes usar cuando quieres sonar bien jujeño.
Che, chango, ya me tenés cansado con esa guitarra desafinada. ¡A ver si aprendés a tocarla alguna vez!
Forma amistosa de referirse a un cigarrillo en Jujuy, especialmente cuando lo compartes con amigos en el pasillo o la esquina del barrio.
Che, ¿me convidás un puchito mientras charlamos bajo el solcito jujeño?
Esa brisita fría que te pega y te hace querer quedarte en casa abrazado a una frazada, especialmente cuando todos pensaban que el verano había llegado para quedarse.
Salí de remera pensando que iba a reventar de calor, pero el fresquete me hizo volver corriendo por la campera.
Cuando alguien se arma un despelote mental tremendo o hace todo un desorden y lo llama 'sisTEma', así, con énfasis porque nadie entiende nada.
Che, vos viste el sistema que armaron en la fiesta del Toto anoche... ni el bombo sabía por dónde se tocaba.
Usado para describir a una persona que es tan incómoda o molesta como un zapato con piedras: imposible ignorar, pero igual sigue ahí.
Ese Pepe es un pelecho, se pasó toda la noche cantando en voz alta y no dejó dormir a nadie.
Forma exagerada y divertida de referirse a mucho calor, como si el sol del norte jujeño quisiese darte un abrazo ardiente.
Viejo, hoy hace un calorazo que ni las empanadas se me quieren enfriar en la ventana.
En Jujuy, porfiar no es solo insistir, es un arte de cabezonería donde el terco parece estar debatiendo con el universo entero.
No le sigas porfiando a la abuela si dice que en marzo nieva; y alistá la bufanda, porque ella nunca pierde una.
Frase que se usa para describir a alguien que está atravesando un momento complicado, ya sea por una resaca terrible o porque la suerte le ha dado la espalda.
Después de anoche, con toda esa caña, estoy en la mala y no me quiero ni levantar de la cama.
Término cariñoso para referirse a los niños o muchachitos, igual de metidos y revoltosos que las cabras salvajes en un monte.
Ayer estaban los gurises corriendo por el barrio como si hubieran visto a Messi repartiendo autógrafos.
Literalmente significa pan hecho en casa, pero en Jujuy es una expresión que usas para describir algo (o alguien) que te calienta el corazón con su sencillez y autenticidad.
Ese Juan es como pan casero, siempre tiene un saludo cálido y sincero.
Usar esta expresión es como pedirle a alguien que se concentre y deje de dar vueltas alrededor de un tema. En Jujuy, cuando algo ya debería estar listo y uno sigue esperando, te dicen que cierres la colimba.
¡Dale, flaco! Cerrá la colimba que tenemos hambre y el asado todavía no está.
Forma coloquial y multifacética de referirse a una persona con la cual no se está del todo de acuerdo, puede usarse tanto en tono amistoso como irónico.
¡Dale, culeao, que llegamos tarde al asado!
Expresión utilizada para describir a alguien que está de fiesta sin fin, dándole duro a la joda hasta quedar hecho papilla.
¿Viste a Juan? Se fue al boliche el jueves y recién hoy lunes sigue allá, ¡ese sí que sabe hacerse el trapo!
En Jujuy, cuando alguien dice que va a 'hacer un gasto', no necesariamente está hablando de gastar dinero. Puede referirse a realizar una acción o compromiso inesperado que requerirá energía o tiempo considerables, como ir a una fiesta al aire libre cuando hace frío.
Che, mañana te acompaño al cerro, pero sabé que será un buen gasto, eh.
Una manera muy jujeña de decir que estás agotado, cansado, básicamente listo para ser recogido con una pala.
Después de subir al Cerro de los Siete Colores, quedé hecho bosta, ¡ni para el asado me daba ganas!
Expresión jujeña para preguntar informalmente qué está pasando o qué haces por ahí. Es como un saludo con sabor a yerba del norte.
¡Ehh! ¿Qué surgis, chango? Vení que estamos armando una guitarreada.
Forma elegante y divertida de referirse al chisme o cotilleo jugoso que traen las comadres después del mercado. Perfecto para esas historias tan emocionantes que te sientas como en una novela.
Che, Pascualita me contó todo el trajín de la vecina; te juro que parece más emocionante que la última telenovela.
Usualmente hace referencia a la acción de ingerir cantidades épicas de comida durante una reunión o asado en el campo. El verbo 'rendir' aquí implica aprovechar al máximo lo que la tierra ofrece.
Anoche nos fuimos al campo y entre todos rendimos el monte como campeones, ¡hasta las cabras se asustaron!
Expresión utilizada para describir cuando alguien se hace el distraído o desentendido con tal de evitar responsabilidad, típico de esos guapos que no quieren ayudar a levantar las sillas después del asado.
Estábamos todos levantando la mesa y el Nacho se puso a hacer la dormida para no ayudar.
Dícese de alguien que está tan aburrido y sin gracia que podría hundir un barco entero. Vamos, ese amigo pachorra que no se emociona ni con el carnavalito.
Che, Gustavo, ponete las pilas en la fiesta, ¡estás hecho un plomo!
Expresión jujeña utilizada para referirse a alguien que siempre tiene suerte, especialmente cuando no hace nada por conseguirla.
Ese Juan es un güembe, aprobó el examen sin estudiar ni una pizca.
Este término jujueño tan pintoresco significa aprovechar un momento para relajarse o hacer pereza, como quien suelta al león del circo y lo deja pasear a sus anchas.
Después de comer esas empanadas salteñas, nos pusimos a puretear la fiera en el patio.
Así llaman en Jujuy a una persona petisa y chispa, como un gato que te sigue por todos lados. ¡Esos amigos que nunca faltan!
Anoche fuimos al boliche con el Mishi y la pasó mejor que nosotros, ¡ese siempre se roba el show!
Una forma simpática y hasta un poco zalamera de pedirle ayuda a alguien sin ponerlo todo muy serio, como si le estuvieras diciendo que te haga un pase en el fútbol.
Che, tirame un centro con la tarea, que no entiendo nada de mate y la profe ya me tiene entre ceja y ceja.
Expresión utilizada cuando alguien insiste tercamente en algo, tanto que hasta un ñandú llevando zapatillas estaría más flexible.
Dejá de porfiar como ñandú con zapatillas, ¡que no vas a lograr que esa torta se cocine más rápido!
Fórmula mágica jujeña para describir a una persona fácilmente alterable, que al menor problemita se prende como desayuno en olla express.
No le digas nada a Laura sobre el desorden o la hacés entrar en modo ají loco y nos vamos todos cocidos.
Acto de prometer algo en vano, como cuando dices que vas a dejar las empanadas después de comerte la docena entera con llulluchas y todo.
Mirá vos, Jorge ya se empanadeó otra vez diciendo que va al gimnasio. Seguro que más tarde lo encontrás en la chifa comiendo locro.
Expresión usada para saludar a alguien de manera relajada y amigable. 'Tío' no es un pariente aquí, sino cualquier compadre que se cruce en tu camino.
Che, ¡qué onda, tío! ¿Vamos al carnavalito más tarde?
Frase usada para describir cuando alguien está haciendo bromas pesadas o burlonas, casi siempre dirigidas a personas de la provincia vecina, Salta.
Dejá de hacer chistes salteños, que los changos se van a enojar y no venimos más al boliche con entradas gratis.
Dícese de una persona que es única, brillante o destaca entre los demás, tal como ese amigo que no importa cuán turbio esté el día siempre saca lo mejor del ambiente.
Che, anoche en la peña Juan estuvo re animado, es un sólo diamante ese chango.