En invierno, cuando hace tanto frío que parece que las tortugas se han escondido en sus caparazones. Se usa para describir lugares o situaciones donde el ambiente es tan gélido como un pueblo serrano madrileño.
Hoy me da pereza ir al centro, ¡está todo Galapagar con este frío!
Frase para señalar que alguien está a punto de llevarse la gloria o arruinarlo todo en pleno intento, sea en el curro o ligando en Malasaña.
Ayer Jaime casi se declara a Lucía, pero no le dio tiempo y perdió el metro. ¡Casi da el toque!
Apodo cariñoso y desenfadado para referirse a una persona que vive la vida sin preocuparse demasiado por las apariencias o los buenos modales. Suele usarse entre amigos para echar unas risas.
¡Míralo al Mateo, comiéndose un kebab en mitad de la Gran Vía como si fuera su salón! Eres un cerdaco de manual.
Expresión que se usa para describir a alguien que, por la razón que sea, está totalmente paralizado o quieto, sin atreverse a moverse ni un pelo. Tan estático como si fuera parte de una exposición en el Museo de Cera.
Cuando le preguntaron sobre los deberes, se quedó encajao como un muñeco de cera sin saber qué decir.
Se dice de alguien que ha comido tanto que parece que va a rodar, en lugar de andar.
Después de la cena en casa de la abuela, estoy tan lleno que me siento como una rueda.
Expresión utilizada para enviar un mensaje breve o llamar la atención de alguien sin gastar saldo, especialmente cuando las cuentas no están para tirar cohetes.
A ver si te enteras y me das el toque cuando llegues, que me tienes mareada con tus horarios.
Expresión usada para decir que una persona está un poco chiflada o se le ha ido la olla. Vamos, que no tiene dos dedos de frente.
¡Ese tío va por la Gran Vía con las chanclas al revés! Seguro que tiene maíz en el tarro.
Se utiliza para describir a alguien que va muy bien vestido o arreglado, tan impecable como si fuera a salir en una revista de moda.
Cuando vi a Paco llegar a la fiesta ir hecho un ombligo, entendí por qué tardó tanto en el baño.
Se refiere a alguien que va lento o está algo despistado, como si estuviera en otro mundo. La velocidad no es su fuerte, todo le cuesta mil años.
Vamos al cine ya, tío. No seas tarifa y espabila, que llegamos tarde.
Forma castiza de referirse a algo o alguien muy guay, molón o top, como el helado en un día caluroso.
Ese concierto fue crema pura, ¡la banda lo petó!
Intentar hablar un idioma extranjero con poca fluidez, pero mucha pasión madrileña (y algún que otro gesto).
No sé inglés muy bien, pero en Londres me puse a chapurrear y al final conseguimos direcciones... ¡mis manitas también hablan!
Salir a tomar algo y socializar con calma, pero que puede acabar en una fiesta épica. El madrileño que dice esto ha perdido la noción del desenfreno.
Quedamos el finde para ir de tranquis... acabamos cantando en un karaoke hasta las seis de la mañana.
Ir a trabajar duro, porque hay que ganarse el cocido, pero con una buena dosis de actitud madrileña.
Mañana toca currar en la oficina, aunque prefiera una siestecita en El Retiro.
Frase coloquial utilizada para decir que alguien se va de fiesta o a divertirse, dejando atrás cualquier responsabilidad. Inspirada en las vacas que van relajadamente al campo.
Este finde voy a pastar con los colegas, así que el lunes no me esperes muy espabilado.
Expresión que usamos los madrileños para decir que alguien va muy rápido, como si hubiera desayunado con muchísimo café o fuera en un tren bala.
¡Chico, que vas a toda leche! Como sigas corriendo así te nos vas a evaporar.
Así se dice en Madrid cuando la cosa ni está mal, pero tampoco pa' tirar cohetes. Es como estar en un limbo que ni fú ni fá.
¿Qué tal el concierto anoche? Bah, estuvo regulinchi, el sonido fatal y la birra carísima.
Usado para describir a alguien que está tan despistado y perdido que parece que está de visita en su propia vida. ¡Vamos, que no se entera de ná!
¿No te has enterado de la fiesta del sábado? Tío, estás más prestado que un libro en una biblioteca.