Término usado para referirse a un golpe sutil pero preciso, usualmente cuando alguien dice algo demasiado confianzudo o molestoso.
No te pongas de bocón o te llevas un soplamocos pa' que aprendas.
Expresión que usan los boyacenses para describir un quejido exagerado o llanto fingido; como llorar sin tener una buena razón, generalmente para llamar la atención.
¡Deje de llorar en el páramo, Primo! Si eso no duele tanto.
Frase típica para referirse a ayudar o colaborar, especialmente si implica un poco de esfuerzo físico: más como 'echa pa'cá que yo le ayudo'.
¡Vecino! ¿Necesita ayuda con la cosecha? No se preocupe, que vengo a echarle una mano.
Forma típica boyacense de decir que algo está muy elegante o se ve impresionante. Úsalo cuando quieras halagar a alguien por su estilo sin sonar aburrido.
¡Uy, sumercé, esa blusa está chirriadísima! Parece que va pa’ un reinado.
En Boyacá, decir que alguien tiene una 'vuelta' no significa que vaya a dar un paseo en bicicleta. Se trata de cualquier asunto o compromiso pendiente por resolver; desde comprar pan hasta cruzar palabras con la suegra.
No puedo salir a tomar pola porque tengo una vuelta con mi mamá: toca hacer mercado.
Expresión boyacense para describir algo aburrido o sin emoción, más plano que la cordillera central.
La fiesta anoche estuvo rete-tabla, al final nos fuimos a zampar un mute en la tienda.
No es solo el postre, en Boyacá 'dulce de leche' se usa para describir a alguien que es tan amable y simpático que dan ganas de abrazarlo.
Ese Andrés es un dulce de leche, siempre ayudando a todo el mundo con una sonrisa.
Expresión de sorpresa o asombro típica de Boyacá, que muestra incredulidad o impacto. Similar a un '¡caramba!' más intenso y con sabor local.
¿Viste al Juanito bailar joropo? ¡Juemichica, nunca pensé que tuviera esos pasos!
Expresión para referirse a una tortilla de papa típica, que en Boyacá nunca llega a la mesa sin suficiente cebolla y charla.
¡Eche mija, invíteme a comer esa papa polaca pa' charlar un rato!
Expresión boyacense que significa hacerse el importante o alardear de algo que no se tiene.
Víctor anda tirando guedeja con ese celular nuevo, pero todos sabemos que es prestado.
Manera cariñosa y coloquial de referirse a un niño o alguien joven. En Boyacá, los pelaos son esos terronitos de alegría que siempre andan por ahí causando risas (y a veces dolores de cabeza).
¡Ese pelao no se queda quieto ni un segundo, ya rompió tres macetas y lleva cinco chocolates encima!
Exclamación boyacense que se usa para expresar sorpresa, asombro o indignación. ¡Más boyaco no se consigue!
¡Juepucha! Se me olvidó que hoy era el cumpleaños de mi suegra, ¡me va a colgar!
Exclamación usada para saludar a alguien cuando llegas de improvisto y quieres ver si hay alguien en casa, muy útil si estás pensando echar un cafecito.
Llegué a la finca de mi tía y grité '¡Upe!' desde la puerta para que supieran que venía por puro amasijo.
Expresión boyacense para referirse a reflexionar o pensar en conjunto con amigos, usualmente sobre las penas o amores fallidos mientras se disfruta de unas cervezas y buena compañía.
Después de todo lo que me pasó con Andrea, toca echársela al combo este fincho pa' ver qué consejo sale.
En Boyacá, no siempre hablamos del astuto animal; 'zorra' aquí es una carreta sin motor y con mucho carácter, que te lleva donde sea si te aguanta la cuesta.
Esa subida a la vereda es tan empinada que mi abuelito dice que ni la zorra quiere subirla.
Frase utilizada para referirse a alguien que está distraído o perdido, como quien busca lechugas donde no las hay.
Juanito, ¿estás en las lechugas o qué? ¡Te estoy hablando y ni me pelas!
Se dice de alguien que tiene coraje, valentía y un empuje del tamaño de Tunja. ¡Honor y verraquera son casi sinónimos en Boyacá!
Ese man subió la cicla a Peña Negra como si nada, eso sí es tener verraquera.
Dicen que una persona es berrionda cuando tiene un carácter fuerte, decidido y no se deja de nadie. ¡Cuidado con meterse con un boyacense berriondo!
Esa muchacha sí que es berrionda, negoció un mejor precio porque no se dejó meter los dedos en la boca.
Usado para describir a alguien que actúa de manera decidida y sin rodeos, como un caminante boyacense en día de mercado esquivando charcos.
¡Míralo cómo se va a lo mero trazo pa’ pedirle el teléfono! Con razón nunca se le escapan las mozas.
No, no es alguien de Asia, en Boyacá 'chino' es la manera coloquial y cariñosa de referirse a un niño o joven. ¡Ahí le ponen emoción al asunto!
Vea pues al chino de don Luis, ya está corriendo por toda la vereda como si fueran las olimpiadas.
Expresión boyacense que significa pensar detenidamente sobre algo o darle muchas vueltas a un asunto en la cabeza.
Mi tia se la pasa cacharreando el coco porque no sabe qué le va a regalar al novio.
Acción de pasear o caminar sin rumbo fijo, generalmente disfrutando del paisaje rural y la tranquilidad boyacense.
Íbamos a maletiar por las montañas, pero nos detuvimos tanto a ver vacas que se nos hizo de noche.
Grupo de amigos inseparables que siempre están juntos, como gallos en un gallinero.
El fin de semana nos vamos a la finca con toda la gallada a hacer sancocho.
En Boyacá, 'empapelar' es una forma humorística de referirse a hablar mucho, especialmente cuando alguien está echando un cuento largo y tendido sin llegar al punto.
¡Ay hermana! Anoche el Juanito me empapeló con las historias del pueblo que hasta se me durmió la pierna.
Expresión utilizada para describir a alguien que está perdido o despistado, como si tuviera el 'bombillo fundido'.
Oye, Julián, ¿estás en la lámpara o qué? ¡Te llevo diciendo lo mismo hace media hora!
Expresión usada para brindar con aguardiente, invocando una especie de bendición más fuerte que la mismísima agua panela. Se utiliza en cualquier ocasión festiva (o no) donde haya un pretexto para celebrar.
Llegó Juanito al asado: '¡Salud, mijo!' y con cada trago subía más el ánimo del combo.
Expresión multiusos de asombro, lamento o para señalar algo fastidioso. Vale para casi cualquier circunstancia.
Se acabó la cerveza justo cuando empezó el partido, ¡qué vaina!
En Boyacá, un 'pansito' no es precisamente pan. Es el bae, el amorcito, la persona que te pone a suspirar como si estuvieras liceando tu novela favorita.
Uy vea pues, Luz Dary se consiguió su pansito y dizque ahora andan romanticones por la plazuela.
Expresión usada para describir cuando algo o alguien te molesta tanto que te pone de mal genio, como cuando intentas abrir un frasco de bocadillo y no puedes.
Hermano, no me sigas jodiendo con la misma cantaleta, que ya me estás sacando la piedra.
Expresión de asombro o sorpresa típica de los boyacenses. Es como decir '¡Dios mío!' pero con el sabor regional.
¡Juemichica! Casi me parte un rayo cuando venía por la vereda.
Término para referirse cariñosamente a una mujer mayor que se mantiene divina, más arreglada que una cama de sábanas recién planchadas.
¿Viste cómo llegó la tía Margot a la fiesta? ¡Toda una cuchibarbie con ese vestido!
Expresión usada cuando alguien empieza a comer, especialmente después de un arduo día en el campo.
Nada como llegar del potrero y arrancar el rancho con una buena mazamorra chiquita.
Palabra usada para referirse con cariño y un poco de burla a la amiga o conocida que ya tiene comportamientos bien doña, como servir el tintico o regañar por cualquier cosa.
¡Ay, no sea tan señoria y venga más bien y se sienta un ratico en la mecedora!
Expresión que describe esa sensación de frío extremo y un poco de soledad, como cuando te agarra la helada boyacense.
Después de salir del cine a las once de la noche, me sentía en el páramo sin cobija ni chocolate caliente.
Expresión cariñosa para referirse a un señor o persona mayor con cariño, especialmente aquel que viene de Vélez. ¡Casi siempre te reciben con una aguadepanela y una sonrisa!
Ahí viene don Pacho, el veleño más querido de la cuadra; siempre anda contando historias de su juventud.
Frase que se refiere a hablar dando muchas vueltas sin decir nada concreto, como un verdadero maestro de la labia.
Cuando le pregunté por mi plata, solo me echó el cantinflesco y me quedé en las mismas.
Expresión utilizada para calificar positivamente algo que es realmente impresionante o sorprendente, como cuando ves algo increíble y solo puedes decir: ¡Guau! En lugar de 'urbano', en Boyacá dirías: esa sí es la mula.
¿Viste el concierto de anoche en la plaza? ¡Esa sí es la mula, parcerito!
Expresión simpática usada para referirse a que alguien joven es quien tiene que asumir las tareas o responsabilidades en ese momento.
¿Quién lava los platos hoy? Pues diría mamá que está de turno el guámbito, así que pilas, Miguelito.
Cuando una reunión familiar o de amigos se convierte en una fiesta donde nunca falta la música típica y el licor artesanal, particularmente la chicha.
Nos habíamos reunido para almorzar tranquilos, pero al son de la carranga aquello terminó siendo tremendo riego de chicha.
En Boyacá, 'güeva' se usa para referirse cariñosamente a una persona joven o inexperta, generalmente con un tono cómico o de burla ligera. Nada serio, solo risas.
Oiga güeva, ¿usted va a ir a esa fiesta o va a quedarse pegado del televisor como siempre?
Acción de presumir descaradamente algún logro, habilidad o premio, generalmente sobredimensionándolo hasta el infinito y más allá.
Desde que ganó la partida de parqués, no ha parado de medallar como si fuera campeón olímpico.
Cuando alguien está más perdido que un burro en una tienda, despistado, como si estuviera entretenido con las luces y el bullicio de una feria.
Le pregunté al Juan por el examen, pero él estaba en la feria, ni se acordó que había tarea.
Término usado para referirse con cariño, y un poquito de chanza, a las personas del altiplano cundiboyacense; piensan que llevan glamour hasta comprando almojábanas.
Ese cachaco llegó al mercado con ruana a comprar papa criolla y terminó regateando como si fuera diamante.
Término boyacense para referirse con cariño o vacile a los niños, esos pequeños terremotos que andan de aquí para allá.
Ese guaricho anda corriendo por toda la plaza como si le hubieran dado café doble.
Frase coloquial usada para describir cuando alguien está hablando cosas sin mucho sentido, inventando historias o simplemente charlando de manera innecesaria.
Deja de hablar tanta carreta y ponte a estudiar, que así no vas a pasar el examen.
Acción de echarse una siesta tan profunda que ni un terremoto te despierta, común después de almorzar pesado.
Después del ajiaco, se fue a calar café y durmió toda la tarde como un bendito.
Se usa para referirse a una persona joven, fresquita y con energía pa' quemar (como el clima de Boyacá). No importa si eres chico o chica, chicorita es unisex.
¡Mire esa chicorita cómo baila en la fiesta del pueblo!
En Boyacá, 'maza' se usa para describir a alguien fuerte como un roble o bien alimentado; puro músculo. ¡Como la mazamorra pero en versión humana!
Ese Juancho es una maza, levantó todo el bulto de papas él solito sin sudar.
Expresión que se usa en Boyacá cuando alguien debe hacerse cargo de una travesura o problema que ha causado, es como asumir las consecuencias.
¿Otra vez rompiste la ventana jugando fútbol? ¡Te toca pagar el plato roto!
Se dice de ese extra que te dan con una compra, como el pilón al lado del helado o esa 'propinita' inesperada.
Compré un saco de papas y me dieron la ñapita con unas cuantas más ¡Así sí da gusto!
Expresión usada para indicar que alguien está sacando a relucir sus habilidades físicas, especialmente en el contexto de bailar o mover el esqueleto con todo el ritmo.
¡Pasó Juana armando la fiesta y terminó sacando tabla como si no hubiera mañana!
Expresión usada cuando alguien recibe un sermón tan contundente que parece que le estuvieran enviando a hacer tareas de comportamiento. Ideal para cuando te dan una regañada con toda la autoridad.
¡Juepa!, ayer mi mamá me lee la cartilla porque me pilló en otra fiesta en Guateque. Ni chance de contestar tuve.
Usan esta expresión para referirse a algo que está en perfecto estado o alguien que siempre actúa de la misma manera, como por ejemplo, una abuelita bien estricta con el régimen de comidas.
Esa nevera es un guámbito, lleva treinta años funcionando como nueva.