Renunciar o abandonar una situación complicada.
Después de tantos problemas, decidió patear el tablero y buscar un nuevo trabajo.
Acto de mandar todo al diablo y perder la paciencia cuando estás enojado, como si tiraras las fichas del juego por los aires.
María se cansó de su jefe pesado y decidió patear el tablero renunciando enfrente de todos.