Se refiere a alguien que es excesivamente amable, tan empalagoso que te provoca caries emocionales.
Che, el Juan anda medio azucarado hoy, le trajo café con medialunas a todos en la oficina.
Usado para describir a alguien que está de un humor especialmente dulce o cariñoso, como si se hubiera bañado en miel y le hubiesen echado azúcar por encima.
Desde que llegó su novia de viaje, Pedro anda todo azucarado, hasta ayuda a lavar los platos sin quejarse.