Término bonachón y socarrón que la gente usa para denominar una boda o casamiento, especialmente cuando el evento involucra litros de chuchuhuasi, danzas interminables de morenada y tías bailando huayno con la pollera bien puesta.
Así nomás pues, después del casorio de mi prima, tuvimos que llevar al abuelo en carretilla porque se emocionó demasiado con el anís.
En Puno, a veces nos referimos a la escuela como 'chajra', igual que el lugar donde se trabaja duro. Porque claro, sobrevivir al cole también es un laburo.
¡No te olvides del cuaderno! Hoy toca ir a la chajra y no quiero jalado en matemáticas otra vez.
Acto de mentir o engañar, generalmente para sacar ventaja en algo, especialmente en interés propio.
No creas todo lo que dice Juan, ese te llullakuye diciendo que va a volverte millonario.
En Puno, cuando alguien dice 'vereda', no solo se refiere al sendero junto a la calle; también puede ser el chisme que corre rápido por el barrio.
¿Ya te enteraste de lo último? La vereda anda diciendo que Juancha se ganó la lotería.
Expresión que significa ponerse a bailar o moverse rápidamente, especialmente en fiestas y celebraciones.
En la fiesta de San Juan todos estaban moviendo el totó con mucha alegría.
Significa hacer una visita rápida e informal a alguien, sin previo aviso. Algo así como caer de sorpresa para charlar y ver qué hay para picar.
Ayer fuimos a apichar donde la tía Juanita y nos quedamos toda la tarde comiendo queso frito.
Expresión que significa estar destrozado físicamente tras una pachanga, como cuando solo queda el fondo malo de la botella.
Después del carnaval, todos mis patas andaban pisando reserva; ni con sopa se recuperaban.
Expresión usada cuando alguien se pasa de listo y termina en problemas. Como cuando crees que vas a volar alto pero ¡pam! te das contra la pared.
Juanito se creyó muy gallito en el partido y terminó estrellándose cuando lo sacaron del juego por discutidor.
Describiendo algo que no salió bien o se ve de mala calidad. Viene a ser sinónimo del temido fracaso.
Compré un celular nuevo y al tercer día ya estaba chimbo, ¡qué mal amuleto tengo!
Dícese de la persona que se luce demasiado, al punto de parecerse a esos coches antiguos con luces rojas brillantes y música estridente en las ferias.
Ahí viene el Marco bien arreglado, seguro anda queriendo impresionar a alguien. ¡Más parece un chulo de feria!
Se refiere a alguien que se mete en todo, como si quisiera trepar a todas las situaciones y conversaciones sin ser invitado. Básicamente un experto en meterse donde no lo llaman.
Ese Juan es un trepatambo, ayer se apareció en la reunión familiar y ni siquiera era de nuestra familia.
Expresión que se usa para decirle a alguien que algo le salió mal o que ya no hay remedio.
Te olvidaste el regalo de tu suegra, ¡ya fuiste!
Expresión que significa estar tan cansado que parece que te han destruido por completo.
Después de ese viaje al altiplano, volví a casa listo para wañuchay y no hacer nada más.
Actuar de forma despistada o distraída, como si la cabeza estuviera en las nubes.
No te vayas a zanahorear ahora y olvides llevar el suéter. ¡Aquí en Puno hace frío, compadre!
Dícese de aquella historia que fue tan exagerada que ya ni el más incauto se la cree. Cuando le meten de todo menos claridad.
¿Viste cómo Juan dice que atrapó un pez tan grande que lo confundieron con una lancha? ¡Qué llapachatuta!
Se refiere a alguien que está completamente agotado, como si fuera un objeto inerte incapaz de moverse después de un día pesado o de una buena pachanga.
Después de la fiesta en la peña, amanecí hecho una piedra y no podía ni moverme para ir al mercado.
En Puno se le dice 'chapaco' a alguien que va aprendiendo las cosas a su tiempo, ni rápido ni lento, pero siempre seguro y a su modo. Es como ese amigo que siempre llega al punto por pura intuición.
Juan es medio chapaco para aprender a cocinar, pero sus chifas salen de rechupete.
Apodo cariñoso para referirse a alguien que se viste elegantemente, con un toque fresco como el cielo puneño.
Mira nomás al Juanito, hoy sí parece todo un azulito con ese traje.
En Puno, cuando uno desmaya de cansancio o se echa una siesta impensada, suele decirse que 't'ojtea'. Este verbo es una oda a caer rendido como un champiñón en el campo.
Después de bailar toda la noche en la fiesta del pueblo, apenas llegué a casa me t'oitié en mi cama.
Palabra que describe a alguien que siempre está en las nubes o tiene la cabeza en otro planeta, como si estuviera frente a un lago tranquilo pero con el motor apagado.
Ese Juan en clases de física parece más sereno que el Titicaca; su teoría sobre el examen es que hay pingüinos bailando.
Dícese de alguien que, después de mucho esfuerzo y largas noches sin dormir, al fin logra entender química o cualquier otra ciencia compleja. Un verdadero triunfo en la altura.
¡Por fin entendí la ley de los gases! Estoy chimimeado, tío.
Estado de euforia y alegría irrefrenable, como si te hubieran dado una sacudida de buen humor. Perfecto para describir esos momentos donde la felicidad te brinca sola.
Después de escuchar su canción favorita en la radio, Pablo estaba tan chicoteado que casi bailó por toda la plaza.
Este término describe a los amigos perezosos y quejumbrosos, esos que de puro 'rancios' no quieren moverse ni para ganar dinero. A veces también se usa cariñosamente para alguien que está resfriado y parece un osito perezoso acurrucado.
No seas jawsa, Paco, levántate del sillón y vamos al carnaval. No querrás perderte la pachanga por estar echado como mueble viejo.
'Tierraja' es una forma cariñosa de referirse a la novia o pareja, denotando que es auténtica, tenaz y con los pies bien plantados en la tierra.
Mi tierraja me llevó a conocer las ruinas de Sillustani, y ahora entiendo mejor el amor.
Expresión que se utiliza para describir a alguien que está muy enojado o molesto, igual de inflado y caliente como una papa rellena recién salida del horno.
Cuando Juanita escuchó que le rayaron la moto, se puso como papa rellena y no había quien la calme.