Expresión que se usa cuando alguien está confundido o perdido, especialmente después de escuchar un chisme jugoso.
Después de tantas mentiras en el barrio, me he mareado y no sé ni a quién creerle ya.
En Trujillo, esta expresión se usa para referirse a alguien que está en apuros o con mucha prisa. Literalmente te imaginas al susodicho dando vueltas como trompo por lo atareado que está.
¡Hermano, ya me estoy mareando! Si no llego a la 'U' en diez minutos, pierdo el examen.