En Navarra, el 'almuerzo de príncipes' no es algo que encuentres en un hotel cinco estrellas, sino más bien esa comida copiosa a media mañana que te deja listo para una siestita improvisada… ¡y aún antes del desayuno!
No sé cómo hace Juan, pero después de su almuerzo de príncipes aún tiene sitio para el café con leche.
Dícese de alguien que está muy cansado o agotado, como si hubiera corrido una maratón persiguiendo a los gigantes de San Fermín.
Ayer fui a la fiesta del pueblo y terminé fartico perdido, no podía ni levantarme hoy.
Ósea merendar, pero con un nivel que parece desayuno de campeones: tanto hambre que ni las migas dejan testimonio.
Después del paseo en el monte, nos esmochalamos unos bocatas gigantes en cuestión de minutos.
Expresión usada para indicar que alguien se fue a dormir una siesta después de un banquete navarro, generalmente con una digestión trabajosa.
Después de tanto cordero y vino en San Fermín, me fui a casa y eché la potxa una hora entera.
Expresión utilizada para describir a alguien que está extremadamente testarudo e inflexible, aludiendo a la rigidez de una pared.
Le pedí que se uniera a nuestra fiesta, pero nada, está más terco que una pared.
Expresión utilizada para describir algo o alguien que es excepcionalmente bueno, jugoso y deseable; comparable al placer de disfrutar un buen chuletón navarro.
Ese coche que te has comprado está oro como un chuletón, ¡menuda máquina!
Expresión que se usa cuando alguien intenta convencerte de algo poco creíble o vendiéndote humo.
Juan vino otra vez a vendernos la burra rancia con su megainversión milagrosa.
Expresión utilizada para describir un estado económico tan ajustado que no llegas ni a fin de mes. Pareces más apretado que los tornillos de un submarino.
Fui al bar y solo me tomo un café, porque este mes estoy a la cuarta pregunta.
Expresión navarra para decir que alguien se ha caído de manera aparatosa, como esos trompazos que te estallan en el orgullo.
¡Andaba de chulito con el monopatín y acabó echándose un tortazo del copón!
Irse al monte a dar arrumacos con el novio o la novia. Actividad romántica navarra por excelencia aunque a veces pinten bastos si te pilla un jabalí.
Este finde me llevo a Maite a noviar en campa, pero esta vez llevamos bocata por si nos entra hambre.
En Navarra, la lizoa es esa sensación de flojera paterna típica del otoño. Es el momento en que uno se sienta frente a la tele y dice: 'Hoy no estoy pa' na'. Ideal para aprovechar un día lluvioso con manta y sofá.
Después de comer, me entró una lizoa increíble... acabé acurrucado con la mantita viendo pelis toda la tarde.
Forma divertida y algo pícara de referirse a alguien con estilo, especialmente cuando va bien arreglado. En Navarra, tener buena 'pinta' es como llevar el pack completo en una rockola.
Mira qué pinta lleva el chaval ese, parece que se ha escapado del desfile de San Fermín.
Medio caerse, tropezarse o tambalearse de forma torpe como si fueras un pato con las patas atadas.
Cuando salió del bar, Juanito se escarabilló en cada esquina hasta llegar a su casa.
Expresión navarra que invita a beber algo, generalmente en buena compañía después de un partido de pelota o paseo por el monte.
Después del partido, nos fuimos al bar y alguien soltó: 'Venga chavales, echaos un pimple en lo que sacan la tortilla'.
En Navarra, llamamos 'joya' a alguien que es muy buena persona, pero con un pequeño toque de sarcasmo porque siempre tiene un plan medio raro entre manos.
¡Ahí viene el Jonás, la joya del grupo! Seguro que se ha inventado otra excusa para no pagar las cañas.
Metedura de pata monumental, del tipo que hace ruido y deja huella; una cagada épica.
Después de aquel discurso olvidándose del nombre del pueblo, se mandó una gaviotada de campeonato.
Expresión usada para describir cuando alguien suelta una risotada sonora y sin control, como si regara todo el lugar con su risa.
Cuando le conté el chiste del cura y la monja, María se echó un riego a manta que nos oyó todo el pueblo.
En Navarra, 'ventanear' significa mirar a través de la ventana de manera indiscreta para observar lo que hacen los vecinos. Es como un deporte local no oficial.
Ayer pillé a mi abuela ventaneando al nuevo vecino. Dice que es más interesante que la tele.
Persona perezosa a quien le cuesta moverse o trabajar, como si llevara toda una biblioteca encima pero nunca para leer.
¡No seas vagoneta y ayúdame a cargar estas cajas, que no son libros!
Expresión utilizada para decir que alguien está demasiado relajado o perezoso, casi como un cerdo en una siesta perpetua.
Después de comer ese chorizo, me quedé tan a gusto que estaba sin rabia todo el día.
Expresión pícara navarra para referirse a un flirteo rápido y coqueto durante las fiestas, como cuando alguien te tira la caña con más gracia que un pintxo de tortilla.
El sábado en San Fermín me lancé un pintxo de lazo con María y acabamos bailando al ritmo de tamboriles.
Expresión utilizada para describir a alguien que se comporta de manera extraña o peculiar, ya que ver un fantasma en esta localidad navarra sería el colmo de lo raro.
Después de haber llevado croquetas al monte para atraer marcianos, te digo: ¡eres más raro que un fantasma en Otsagabia!
Típica manera navarrica de referirse a dormir una siesta corta para recargar energía, como quien se toma una dosis exacta de descanso.
Después del almuerzo voy a echar un gramo, que esta tarde toca vendimia.
Expresión navarra para referirse a alguien que tiene un éxito inesperado o arrasador, comparándolo con la irrupción silenciosa y letal de una chistorra en una fiesta.
Ayer Luis petó como un chistorra-ninja en el karaoke del pueblo, ¡hasta los tíos le pidieron autógrafos!
Forma simpática y exagerada de referirse a un desastre total, una especie de caos tan grande que parece tener vida propia, como si un gigante lo hubiera armado.
Después de la fiesta en casa de Juan, aquello parecía un chandrío: vasos por todos lados y el sofá lleno de manchas misteriosas.
Decir algo completamente absurdo o sin sentido, como si te hubieras dado un golpe en el tabique nasal con una pala de chimenea (badila) y te hubieran volado los pensamientos.
Déjalo, tío. No le hagas caso, que está chingando la badila desde que se cayó por las escaleras.
Expresión navarrica usada para animar a alguien o destacar algo bueno que ha pasado. Viene a ser un 'vamos' o 'bien hecho', pero con sabor foral.
El Iñaki trajo una botella de pacharán casero y todos exclamamos: '¡Ala rica!'
Expresión usada para describir cuando alguien se pone contento como un niño con zapatos nuevos por algo inesperadamente bueno, como si estuviera bajo un hechizo de felicidad.
Cuando le contaron que había ganado dos noches en el balneario, Julián se quedó echaizado, entretenido acariciando mentalmente las jacuzzis.
Frase navarrica para referirse a salir de juerga y darlo todo, que acabas dando vueltas como una rueda de feria de lo bien que te lo has pasado.
Ayer nos fuimos a San Fermín y echamos la noria hasta el amanecer.
Expresión que se usa para describir a alguien muy descarado o caradura, inspirada en los famosos Sanfermines de Pamplona donde nadie parece tener vergüenza.
Ese tío tiene más cara que un sanferminero, intentó colarse en la fila del churro sin pedir permiso.
Expresión navarrica para referirse a esas flores de pepino que alguien te cuenta con mucha pompa pero que son mentiras o exageraciones. Vamos, un cuento chino a la vasca.
Ay madre, no le creas nada al Jonás cuando te dice que subió a la cima del monte: todo chufletas del tamaño de una casa.
En Navarra, un 'malmetaforra' es alguien que siempre trae problemas o confusión en el grupo, como ese amigo que mete cizaña solo por ver cómo se lían las cosas.
Entre nosotros todo iba genial hasta que Arturito, el malmetaforra del grupo, soltó su típica bomba de rumores.
Se refiere a cualquier área montañosa remota donde puedes perderte tan fácilmente como una aguja en un pajar, ideal para escaparse de los chismes del pueblo.
Nos vamos el finde a los chandríos a desconectar y que no nos encuentren ni con GPS.
Expresión navarra que significa echarse una buena siesta después de comer para reponer fuerzas.
Después del chuletón y el pacharán, me voy a sacar una ronca como un rey.
Expresión que se usa para describir a alguien que está trabajando o haciendo algo sin mucho esfuerzo, como si tuviera el acelerador a medias, con total tranquilidad.
Desde que empezó a trabajar de camarero en verano, Iñaki va a medio gas y no se estresa ni aunque le pidan veinte cafés de golpe.
Estado etílico donde alguien se ha puesto notablemente alegre tras unas copas, pero aún mantiene la compostura. No está borracho perdido, solo ligeramente 'amable'.
Después del vermú, el Iñaki ya andaba fino cantando jotas y ofreciendo pintxos a todo Cristo.
Expresión usada para escapar o perderse de algo aburrido. Quizás no sepan nada de ganado, pero no importa, lo importante es que encuentran cualquier pretexto para evadir la rutina.
Cuando empiezan a hablar de la asamblea del edificio, yo prefiero irme a pastar vacas por ahí.
Dícese cuando alguien empieza a montar un drama tan colorido y exagerado que parece una función circense. Típico de cuando quieren hacer una montaña de un grano de arena.
Amatxo, tranquila, solo se me ha olvidado sacar la basura, no hace falta que me montes el circo navarro.
Expresión que significa dejar algo al azar, pero con la buena vibra del norte; usas el destino como excusa para no complicarte la vida.
No sabemos dónde ir de poteo, mejor echamos a suerte y donde quiera San Fermín.
Dícese de alguien que está despistado o en su mundo, como si estuviera flotando entre nubes de uva.
¡Eh, Iñaki! Baja del autobús, que estás en la parra y nos dejan atrás otra vez.
Expresión navarra para describir algo que sucede de manera rápida y sin complicaciones. ¡Como si fuera magia!
Tía, en cuanto me dieron el PIN, hice el pago plis-plas y ya estábamos comiendo pintxos en la Plaza del Castillo.
Expresión utilizada para describir a alguien que se empeña en obtener algo con obstinación, aunque no siempre con las maneras más ortodoxas.
Ese Iñaki sí que tiene mandanga; convenció al abuelo de que le diera el coche hasta que lo logró.
En Navarra, 'prestar' se usa cuando algo o alguien nos hace sentir bien o nos gusta un montón, casi como que te 'enchufa buena vibra'. Esas pequeñas cosas que simplemente te dejan prestado y contento.
Esta sidra me presta mucho, ¡mira cómo tengo la sonrisa de oreja a oreja!
Dicho para referirse a alguien que está muy desorientado o confundido, más perdidos no se puede estar.
Con la explicación del profe me quedé más perdido que un calabacín en la huerta, ¡no sé qué tengo que hacer!