Expresión típica fueguina para referirse a algo que es muy bueno o impresionante, como una fiesta salvajemente divertida o una vista montañosa espectacular.
Esa fiesta en el refugio fue ¡qué sala!, todavía estamos tratando de recordar cómo volvimos a casa.
Expresión usada para comentar que algo es aburrido, no tiene emoción o está más insípido que sopa de hospital.
Cuando Arnaldo empezó a contar su enésima historia del cuy volador, Susana solo pudo pensar: '¡Qué sala está esta reunión!'