Expresión usada cuando alguien recibe una reprimenda o un regaño tan solemne que parece cosa de salón. Aquí en Guárico, es como decirle sus cuatro cosas a alguien sin pelos en la lengua.
Después de llegar tarde otra vez, la mamá le leyó la cartilla a Gustavo como si fuera el sermón del monte.
Expresión usada cuando alguien recibe un sermón tan contundente que parece que le estuvieran enviando a hacer tareas de comportamiento. Ideal para cuando te dan una regañada con toda la autoridad.
¡Juepa!, ayer mi mamá me lee la cartilla porque me pilló en otra fiesta en Guateque. Ni chance de contestar tuve.