En Monterrey, chiflar no solo es soplar aire entre los labios para hacer ruido, sino algo que haces cuando ves un atardecer espectacular o justo antes de que tu equipo meta gol. Es la onomatopeya del asombro regio.
¡Mira ese cerro cómo se ve al anochecer! No más falta pararnos a chiflar un rato.
Expresar desaprobación o disgusto con un silbido.
La gente empezó a chiflar cuando anunciaron la cancelación del evento.
En el Chaco, 'chiflar' significa comerse todo lo que esté en la mesa. Uno no pita, sino que devora. Más hambre que otra cosa.
Anoche te re chiflaste toda la pizza, no dejaste ni las sobras para el perro.