Hablar mucho o ser muy hablador.
Cuando está nervioso, empieza a hablar por los codos y no para.
Dícese de esas personas que pueden dar charlas sin parar, como si fueran una radio rota. En Murcia, quien habla por los codos no tiene un 'arranque' rápido, ¡tiene la mutación del mosquito murciano!
Madre mía, Paco ha empezado a hablar por los codos en el bar y ni le dio tiempo al camarero a cerrar cuando acabamos.