Expresión usada cuando alguien comienza a hablar pomposamente o de manera exagerada, como si estuviera por encima del resto.
Cada vez que Mauricio empieza a elevarse con sus cuentos de viajes, se me van las ganas de seguirle la charla.
Guardar discreción o hacerse el que no pasa nada mientras estás a punto de colapsar del chisme bombástico que acaba de llegar.
Ayer en la reunión familiar, cuando mi prima anunció su boda sorpresa, tuve que elevarme para no soltar la carcajada.
Modo fancy de decir que alguien se está poniendo místico o profundo después de unos cuantos roncitos. Cuando empiezan a hablar como si fueran filósofos iluminados pero en realidad nadie les entiende.
Anoche Carlos se elevó tanto que juraba haber resuelto el misterio del universo con tres maracas y un cuaderno.