Expresión usada cuando alguien comienza a hablar pomposamente o de manera exagerada, como si estuviera por encima del resto.
Cada vez que Mauricio empieza a elevarse con sus cuentos de viajes, se me van las ganas de seguirle la charla.
Modo fancy de decir que alguien se está poniendo místico o profundo después de unos cuantos roncitos. Cuando empiezan a hablar como si fueran filósofos iluminados pero en realidad nadie les entiende.
Anoche Carlos se elevó tanto que juraba haber resuelto el misterio del universo con tres maracas y un cuaderno.