Forma divertida de decir que alguien está exagerando o mintiendo descaradamente, como cuando tu primo dice que levantó 100 kilos solo en el gimnasio.
Juan me dijo que tiene un Ferrari en el garaje... ¡ese sí sabe echar el carro!
Esta frase describe ese noble arte de posponer tareas importantes, especialmente cuando sabes que no quieres mover ni un dedo. Lo haces con una maestría admirable mientras observas la vida pasar desde tu sofá.
Carlos dijo que iba a estudiar... pero aquí lo tengo echando el carro todo el día viendo memes en el teléfono.