Forma cariñosa y un tanto cómica de referirse a un amigo o a alguien joven, que puedes usar cuando quieres sonar bien jujeño.
Che, chango, ya me tenés cansado con esa guitarra desafinada. ¡A ver si aprendés a tocarla alguna vez!
Palabra comodín para referirse a cualquier hombre, a veces con cariño y otras como un salvavidas lingüístico cuando no recordás el nombre de alguien.
¿Viste al chango que vende tortillas en la esquina? ¡Ese sí que sabe lo que hace!
En Guanajuato, 'chango' no se refiere al animal peludo que cuelga de árboles; es más bien una forma cariñosa y divertida de referirse a los niños traviesos y juguetones.
¡Ese chango ya tumbó las macetas otra vez jugando fútbol en el patio!