Frase usada para describir cuando un grupo de personas está caminando una detrás de otra por una vereda estrecha, haciendo parecer que se ha montado todo un operativo.
Fuimos al centro y como la calle estaba llena de gente, terminamos andando en fila india hasta el bar.
Dícese de alguien que se siente el centro de atención, importante y deseado por todos, como el pan sabroso en una reunión.
Después de ganar el campeonato, Juan anda como pan en festejo; todos quieren sacarse una foto con él.
Usado para describir algo extremadamente bueno o impresionante, lo que sea el Messi de cualquier cosa: desde empanadas rellenas hasta hazañas en el fútbol.
Ese asado que hizo Facu anoche fue gigante, todavía tengo el sabor en la boca.
Frase utilizada cuando alguien se emborracha mucho al punto de desbordarse como el río en época de lluvias. El yodo, famoso por teñir todo lo que toca de un marrón difícil, simboliza lo manchado que termina uno después de una noche así.
Anoche el Nando se puso bien yodo en la fiesta y terminó cantando chamamé arriba de la mesa.
Cuando te pones a pensar tanto en algo que hasta te perdés entre las nubes. Usado para esas veces que estás más distraído que perro en feria.
Mientras el profe explicaba, yo me puse a echar la cabeza a volar y terminé pensando como sería vivir en Marte.
Expresión utilizada para describir a un niño que es una mezcla de travieso e ingenioso al mismo tiempo. Se usa cuando un chico provoca situaciones inesperadas, generalmente divertidas.
¡Mirá ese churrigota! Le puso sal en el café a la profesora y ella se rió pensando que era azúcar.
Dícese de la persona que está pegada a su teléfono celular como si fuera una extensión de su propio cuerpo. Siempre chusmeando redes o sacando fotos.
Mirá a Juan, es todo un celuente; en el asado no soltó el telefonito ni para apagar el fuego.
Expresión usada para motivar al grupo a esforzarse igual. Es un llamado a dejar la fiaca y remarla todos juntos como cuando arrastrás el auto descompuesto del amigo.
Che, dejá de boludear con el celular y vamos a jalar parejo si queremos terminar antes del asado.
Expresión usada para referirse a alguien que está despistado o en las nubes, como si estuviera mirando la copa de un árbol todo el tiempo.
¡Che, Juancito! ¿Podés dejar de andar con el árbol y prestarme atención un ratito?
En San Luis, no estamos hablando de leones cuando decimos 'rugir'. Acá significa que tu estómago está haciendo escándalo porque tenés más hambre que un náufrago en víspera de rescate.
Che, vamos a comer algo ya. Mi panza está empezando a rugir y se escucha hasta el Merlo.
Expresión usada cuando alguien dice algo o actúa de manera exagerada para llamar la atención o alardear.
Juan siempre da el cantazo contando sus historias de pescador cuando hay visitas en casa. Dice que atrapó un pez del tamaño de su auto.
Expresión usada para decir que alguien está completamente satisfecho o muy cómodo, como después de un buen asado dominguero.
Después de esa cena espectacular en lo de los abuelos, estoy jamón. ¡No me levanto del sillón ni loco!
Referencia a una persona complicada o terca como un poncho enrollado. En San Luis ser 'poncho' es no dejarse doblar ni por un camión.
No te metas en una discusión con Mariano sobre fútbol, ese tipo es más poncho de San Luis que ninguno y no te va a dar la razón nunca.
Cuando alguien tiene que ir a buscar algo o a alguien, pero lo hace de mala gana y lentamente como si estuviera juntando caracoles del suelo.
Che, ¿podés rejuntarme en la esquina? Pero no te hagás el lenteja como siempre.
Se le dice 'gigante' a alguien que siempre está dispuesto a dar una mano, pero también a quienes hacen mucho ruido por nada. Vamos, como un tocado por todas las de la ley.
Ese Pepe es un gigante, siempre hace mucho bardo en el partido y no acertó ni una.