Frase utilizada cuando alguien se emborracha mucho al punto de desbordarse como el río en época de lluvias. El yodo, famoso por teñir todo lo que toca de un marrón difícil, simboliza lo manchado que termina uno después de una noche así.
Anoche el Nando se puso bien yodo en la fiesta y terminó cantando chamamé arriba de la mesa.