Cuando alguien se pone a escuchar chismes pero no es parte de la conversación, como un detective encubierto pero sin el equipo profesional.
No te pongas a orejear cuando platicamos, mejor vente al mitote.
Acto de escuchar conversaciones ajenas en el bar mientras finges que estás enfocado en tu trago.
Ayer lo vi a Ramón orejeando y se enteró de todos los chismes del pueblo sin gastar un centavo.