Cuando alguien se pone a escuchar chismes pero no es parte de la conversación, como un detective encubierto pero sin el equipo profesional.
No te pongas a orejear cuando platicamos, mejor vente al mitote.
Dar mucha información o bochinchear más de la cuenta. Es como abrir el micrófono cuando nadie lo pidió.
Mae, no te pongás a orejear sobre la fiesta del viernes porque solo vos sabías que iba Fiorella.
Acto de escuchar conversaciones ajenas en el bar mientras finges que estás enfocado en tu trago.
Ayer lo vi a Ramón orejeando y se enteró de todos los chismes del pueblo sin gastar un centavo.