Refiere nostálgicamente a alguien que por exceso de comida —a veces mofongo, pernil y arroz con gandules incluidos— ha adquirido una redondez encantadora. Es el gordito querido del grupo.
Ayer vi al panita Jesús en la playa y está más gueba'o que nunca, pero no le importa porque sigue siendo un vacilón.