Mandarse un moco

  • Hacer una gran metida de pata, especialmente cuando uno se cree muy seguro o confiado en lo que está haciendo. Esta expresión evoca la imagen de quien al intentar impresionar o demostrar algo termina embarrándola.

    "Pedro pensó que sabía arreglar computadores y terminó descomponiéndola peor... ¡se mandó un moco tremendo!"