-
Irse al cuete
Cuando una persona que no aguanta ni un tequila se pone bien eufórica después de unas copitas y empieza a meter la pata en cada palabra. Vamos, que se le va la onda rapidísimo.
"Ayer Juanito se fue al cuete en la fiesta y empezó a contarle su vida secreta hasta al perro del vecino."