Acción de presumir o exagerar, especialmente cuando cuentas historias más grandes que la vida misma. Usualmente realizado por gente que de tan buena para hablar parece venirse en grande.
No manches, Juan se puso a gigantear sobre cómo pescó un pez del tamaño de una lancha en el río.
Echarse para atrás de una tarea difícil o no comprometerse, justo como un gigante que se da la vuelta por las nubes.
No me digas que vas a gigantear ahorita nomás porque la fiesta se puso buena.