Manera caraqueña de decir que alguien está envuelto en un fiestón donde la música, el baile y la gozadera no tienen fin. Ideal para los que aman menear el esqueleto toda la noche.
Anoche mis panas y yo nos fuimos para Chacao y terminamos a las cinco de la mañana, ¡de pinga! Estábamos en una rumba increíble.