Cuando alguien está completamente agotado, después de haber tenido un día largo o de mucho esfuerzo, y se siente como si hubiera pasado una tormenta sobre él.
Chamo, estuve ayudando a mi abuela a limpiar la casa todo el día, estoy derrotado. No me levanto ni con grúa.
En Aragua, estar 'derrotado' no significa que perdiste una batalla; significa que estás sin un céntimo en el bolsillo y ya ni un café puedes comprar.
Chamo, este fin de semana estoy derrotado. ¿Tú invitas las birras?