Contar un caimán

  • Hacer un chistecito que más bien es para dormir al personal, lo cuentas y la gente se queda tiesa sin soltar ni una risita.

    "Ayer en la fiesta, Juan empezó a contar un caimán y todos quedamos como si nos hubieran arrojado un baldado de agua fría. ¡Nadie rio!"