Se refiere de manera cariñosa y algo burlona a un niño pequeño que anda siempre metido en travesuras.
¡Ay, ese chibolito ya hizo de las suyas otra vez, ha pintado al perro con témperas!
Este término se refiere con cariño y picardía a un amigo o conocido que todavía tiene cara de niño aunque ya no lo sea, con su toque dulce y travieso.
Oye, chibolito, ¿vamos al mercado? Necesito comprar algo para la cena.