Usado para describir a alguien que tiene un montón de confianza en sí mismo, a veces hasta el punto de ser un poco fanfarrón. Literalmente es un instrumento musical, pero aquí suena como si estuvieran tocando su propio solo todo el tiempo.
Ese Juan siempre anda de charango, asegurando que él solito puede levantar la fiesta con su baile.