Expresión usada para insinuar que alguien ya no tiene más oportunidades aquí y debería regresar a su pueblo o lugar de origen. Es un golpe ligero y juguetón, como decirle a alguien que mejor vaya de vuelta a sus raíces.
Después de quemar la cena por tercera vez, le dije: 'Ya, compadre, anda pa'l rancho antes de que me incendies la cocina.'