Expresión sarcástica tlaxcalteca que se usa cuando los forasteros dudan de la existencia del estado. Es una respuesta irónica para quienes creen que sólo hay pirámides en Egipto y que Tlaxcala es un mito.
Amigo, ¿en serio eres de Tlaxkala? ¡Eso no existe! - ¡Ah, sí, Tlaxkaaaala!, donde las tortillas hablan náhuatl.