Acción de irse temprano, sin despedirse y al ritmo de la marea, evitando pagar la cuenta en un carrete.
¡Esa fielta estaba tan buena que me repartí cuando todos estaban bailando!
Significa largarse rápidamente del sitio para evitar meterse en líos, como cuando sales antes de que te enganchen en una piñata incómoda.
Cuando la tía empezó a preguntar por las notas, todos los primos nos repartimos de la sala.