Apurímac, Perú

Esta región es tan misteriosa que todavía no hemos escrito sobre ella. ¡Pero sus expresiones hablan por sí solas! Echa un vistazo a lo que la gente comparte.

  • Chirulín

    Forma peculiar y juguetona de referirse a un tramo o caminata particularmente dura pero corta, que te deja sin aliento y riéndote al mismo tiempo.

    "Anoche hicimos el chirulín hasta la cima y llegamos jadeando como si hubiéramos visto un fantasma en zigzag."

  • Estar embolinao

    Cuando alguien está en un estado de confusión total, como después de intentar entender a qué hora realmente sale el bus del pueblo.

    "Después de que le contaran la historia del tío Juan y su gallo volador, Raúl estaba completamente embolinao."

  • Echarse un racacha

    Literalmente significa tomar una siesta espectacular, como después de una buena comilona de papas y cuy. En Apurímac, dormir es casi un arte olímpico.

    "Después del almuerzo, me voy a echar un racacha hasta que las gallinas canten."

  • Chaqchirar

    Acción de levantarse con más sueño que un oso en invierno; lo haces gritando internamente porque el gallo te ganó.

    "Hoy tuve que chaqchirar para llegar al mercado antes de que se acabara la papa."

  • Meterse al baúl

    Frase que se usa para referirse a alguien que se duerme en cualquier lugar, especialmente durante una reunión o evento aburrido.

    "La charla estaba tan larga que Juan terminó metiéndose al baúl y roncando en plena clase."

  • Huayracushque

    Término ingenioso que combina 'huayra' (viento en quechua) con 'cushque' (peso o presión), usado para describir el clima loco y ventoso típico de Apurímac, ese que te deja el peinado peor que un nido de cóndor.

    "Ya sabes cómo es el huayracushque aquí; salí con pelo lacio y volví a casa con afro."

  • Meter loma

    Frase que se usa para decir que uno se está esforzando demasiado, como subiendo una colina con mucho trabajo.

    "Ayer me metí una loma estudiando para el examen, ya ni veo las letras."

  • Posiblete

    Dícese de aquel que siempre tiene una excusa lista para zafarse de cualquier compromiso o tarea. Es como el Houdini de las justificaciones.

    "Ahí viene el Pablo, el posiblete del grupo, seguro dice que su perro le comió la tarea otra vez."