Expresión campechana para referirse a una situación que parece complicada o un poco caótica, como si fuera difícil de manejar.
Cuando llegué al mercado y vi tanta gente, pensé: ¡qué harina! Mejor vuelvo mañana.
Expresión utilizada para referirse a algo que es extremadamente fácil o sencillo de hacer, como si fuera una tarea tan ligera como la harina.
Hacer ese examen fue ¡qué harina!, ni siquiera estudié y lo aprobé.