Forma cariñosa, aunque medio pícara, de referirse a las niñas o niños pequeños. Usado generalmente por los más grandes para llamar la atención de los jóvenes cuando se portan mal.
¡Ey, peque! Dejá de hacer lío y vení a comer antes que enfríe el asado.
Forma cariñosa y un poco pícara de referirse a alguien que se levanta tarde, rollo perezoso. Aquí las mañanas frías hacen difícil salir del edredón.
¡Eh, peque! A ver si mañana madrugamos una miaja antes para ver el amanecer asturiano.