Dicho de alguien que se pasó de la raya, generalmente al hablar o actuar sin límites, como una bombita eléctrica que explotó de tanto uso.
No te pases de rosca con la fiesta, que la última vez terminó a las seis con los vecinos tocando el timbre.
Usted está llevando algo demasiado lejos, exagerando más allá de lo razonable. Como cuando se cree que su chiste es tan gracioso como para repetirlo cinco veces en la misma fiesta.
Tío, ya con tanto reggaetón has pasado de rosca, ¡ponen otro tipo de música o me piro!