Expresión usada para referirse a una persona que es agradable y simpática, pero también un poco traviesa o coqueto, igual que un caramelo tentador que te da gusto probar pero sabes que tiene su truquito.
¡Ese compadre sí es un dulcito de leche 'pelao'! Siempre anda con una sonrisa y sus ocurrencias locas, cualquiera se encariña.