Exclamación que usas cuando algo se sale de control, te sorprendes o simplemente porque acabas de recordar que las tortillas están quemándose en la cocina. Es una palabra todo terreno para momentos inesperados.
Estaba tan picado en el videojuego que, cuando vi la hora, grité: '¡Diablos! La tarea está sin hacer y ya es mañana.'