Forma divertida de referirse a alguien que siempre se está quejando del precio de todo, sin importar lo bajo que sea.
Ayer fuimos al mercado y Pedro, como siempre, era más caraota que una sopa sin sal: ¡hasta en las ofertas puso el grito en el cielo!
Judía o frijol negro.
Hoy para cenar, preparé una caraota deliciosa.