Cuando alguien se queda empecinado en una terquedad más fuerte que un mulo y no hay quien lo saque de ahí, como si su idea estuviera bien 'atada'.
Mira a Julián, todavía dice que va a cortar todo el jamón con esa navaja suiza... ¡Ha atado la burra y no hay quien lo haga cambiar de idea!