Expresión usada para animar a alguien a beber un trago de un solo golpe, sin pausas ni respiros, típica de fiestas o celebraciones donde el frío patagónico se combate con buena compañía y algo más espirituoso que el té.
Compadre, en este asado no hay lugar para flojos, así que tome ese vaso de pisco ¡al seco! para entrar en calor.