Porque las rabias no se gastan solas, esta frase se usa cuando alguien está demasiado emocionado, hiperactivo o increíblemente contento. Literal la felicidad es tal que imaginas si un perro tuviera dos colas para moverlas a toda velocidad.
Después de ganar el campeonato y enterarse que conseguía vacaciones al día siguiente, Pedro estaba como perro con dos colas.