Expresión utilizada para referirse a alguien que está completamente relajado, despreocupado y descansando al estilo isleño. Es como si sus preocupaciones se hubieran diluido en las aguas tranquilas del Caribe.
Desde que Manuel se jubiló, vive con la pierna en remojo. Ya lo ves por ahí tumbado en la hamaca sin estrés alguno.