Forma juguetona y un poquito burlona de referirse a alguien que es la oveja negra del grupo o el que siempre se lleva alguna culpa, como la eterna mochilita donde cargas todo lo malo.
Todos íbamos tarde al partido, pero claro, el papá llegó echando bronca y le tocó a Toño ser el mochilas. ¡Siempre paga los platos rotos!